BANDERA NACIONAL
Manuel Belgrano enarboló por
primera vez la bandera nacional en la ciudad de Rosario el 27 de febrero de
1812, la cual fue confeccionada por doña María Catalina Echevarría de Vidal. En
una nota, Belgrano comunicó que "...siendo preciso enarbolar bandera, y no
teniéndola, la mandé hacer blanca y celeste conforme a los colores de la
escarapela nacional".
El 23 de agosto de 1812, en
la torre del templo de San Nicolás, por primera vez en Buenos Aires se hace
tremolar la bandera de la patria.
Le tocó al Congreso de
Tucumán la gloria de sancionar el decreto, que no fue ley, de legalizar la
enseña en uso. A los nueve días de declarada la Independencia, se sintió la
necesidad de aprobar oficialmente la bandera, en cuya defensa ya habían muerto
muchos cientos de argentinos.
Nacida la nueva Nación a la
vida independiente, por la solemne voluntad de los pueblos que la componían,
esa medida no podía postergarse por más tiempo.
El 18 de julio de 1816, en
el acta de la sesión del día, el diputado por Buenos Aires, Juan José Paso
pidió que se fijase y se jurase la bandera nacional.
Dos días después, se trató
la importante ponencia y se resolvió por decreto que la bandera sería azul
celeste y blanca y se la adoptó como símbolo patrio.
Para glorificar la bandera
como corresponde, el 8 de junio de 1938, el Congreso sancionó una ley que fija
como Día de la Bandera y lo declara feriado, el 20 de junio, aniversario de la
muerte de su creador, Manuel Belgrano.
PROCLAMA DEL GENERAL MANUEL BELGRANO
Soldados de la Patria:
En este punto hemos tenido
la gloria de vestir la escarapela nacional que ha designado nuestro
excelentísimo gobierno: en aquel, la Batería de la Independencia; nuestras
armas aumentarán las suyas; juremos vencer a nuestros enemigos, interiores y
exteriores, y la América del Sud será el templo de la Independencia, de la
unión y de la libertad.
En fé de que así lo jurais
decid conmigo ..... Viva la Patria.
Concluido
Señor Capitán y Tropa
destinada por primera vez a la Batería de la Independencia: id, posesionaos de
ella y cumplid el juramento que acabáis de hacer
En Jujuy
(Al ser bendecida por
primera vez la bandera argentina al frente del ejército, el 25 de mayo de 1812)
Manuel Belgrano, General en
jefe, al ejército de su mando -Soldados, hijos digno de la Patria, camaradas
míos: dos años ha que por primera vez resonó en estas regiones el eco de la
libertad, y él continuó propagándose hasta por las cavernas más recónditas de los
Andes; pues que no es obra de los hombres, sino de Dios Omnipotente, que
permitió a los americanos que se presentase la ocasión de entrar al goce de
nuestros derechos: el 25 de Mayo será para siempre memorable en los anales de
nuestra historia, y vosotros tendréis un motivo más recordarlo, cuando en él,
por primera vez veis la Bandera Nacional en mis manos, que ya os distingue de
las demás naciones del globo, sin embargo, de los esfuerzos que han hecho los
enemigos de la sagrada causa que defendemos para echarnos cadenas aún más
pesadas que las que cargabais. Pero esta gloria debemos sostenerla de un modo
digno, con la unión, la constancia y el exacto cumplimiento de nuestras
obligaciones hacia Dios, hacia nuestros hermanos, hacia nosotros mismo; a fin de
que haya de tener a la vista para conservarla libre de enemigos y en el lleno
de su felicidad. Mi corazón rebosa de alegría al observar en vuestros
semblantes que estáis adornados de tan generosos y nobles sentimientos, y que
yo no soy más que un jefe a quien vosotros impulsáis con vuestros hechos, con
vuestro ardor, con vuestro patriotismo. Sí; os seguiré imitando vuestras
acciones y todo el entusiasmo de que sólo son capaces los hombres libres para
sacar a sus hermanos de la opresión.
Ea, pues, soldados de la
patria: no olvidéis jamás que nuestra obra es de Dios; que El nos ha concedido
esta Bandera, que nos manda la sostengamos, y que no hay una sola cosa que no
nos empeñe a mantenerla con el honor y decoro que le corresponde. Nuestros
padres, nuestros hermanos, nuestros hijos, y nuestros conciudadanos, todos,
todos, fijan en vosotros la vista y deciden que a vosotros es a quienes
corresponderá todo su reconocimiento si continuáis en el camino de la gloria
que os habéis abierto. Jurad conmigo ejecutarlo así, y en prueba de ello
repetid: ¡Viva la Patria!
Manuel Belgrano Jujuy, 25 de Mayo de 1812
Copia textual -
"Símbolos de la Nación Argentina" - Ministerio del Interior - 1968
JURA DE LA BANDERA
"Alumnos: la Bandera
blanca y celeste - Dios sea loado- no ha sido jamás atada al carro triunfal de
ningún vencedor de la tierra.
Alumnos: esa bandera
gloriosa representa la patria de los argentinos.
Prometéis rendirle vuestro
más sincero y respetuoso homenaje; quererla con amor intenso y formarle desde
la aurora de la vida un culto fervoroso e imborrable en vuestro corazones;
prepararos desde la escuela para practicar a su tiempo con toda pureza y
honestidad las nobles virtudes inherentes a la ciudadanía; estudiar con empeño
la historia de nuestro país y las de sus grandes benefactores a fin de seguir
sus huellas luminosas y a fin también de honrar a la Bandera y de que no se
amortigüe jamás en vuestras almas el delicado y generoso sentimiento de amor a
la Patria.
En una palabra, prometéis
hacer todo lo que esté en la medida de vuestras fuerzas para que la Bandera
argentina flamee por siempre sobre nuestras murallas y fortalezas, a lo alto de
los mástiles de nuestras naves y a la cabeza de nuestras legiones y para que el
honor sea su aliento, la gloria su aureola, la justicia su empresa"
Los alumnos puestos de pie y
extendiendo el brazo derecho hacia la bandera, contestarán:
SI, PROMETO.
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